Diagnóstico: comprensión de textos
América Latina: identidad y
diversidad cultural. El aporte de las universidades al proceso integracionista
(fragmento)
Carlos Tünnermann Bernheim
Disponible en: https://journals.openedition.org/polis/4122
El concepto de Nación fue acuñado en Europa.
En sus orígenes, esto es en los primeros siglos de la Edad Media, careció
de connotaciones políticas y más bien aludía al origen de las personas y los
pueblos. Se hablaba así de la “nación inglesa”, de la “nación francesa”,
etc.
La escisión de la Cristiandad hacia el Siglo XVI
por efecto de la Reforma protestante, más la crisis de los poderes imperiales,
desembocó en el surgimiento en una serie de “naciones”, esta vez vinculadas
políticamente a centros de poder encarnados en los príncipes. Más tarde,
y por obra de la Revolución francesa, surge el concepto de soberanía nacional
asumida por el propio pueblo frente a la soberanía de los reyes. La
colectividad nacional soberana es desde entonces identificada con la
universalidad de los ciudadanos.
Como puede verse, el surgimiento del
“Estado-Nación” fue en Europa el producto de un largo y lento proceso
histórico, en el cual el Estado, entidad jurídica, se ajustó a la Nación,
fenómeno de carácter socio-cultural. En cambio, en nuestro continente,
las Naciones surgieron como consecuencia de las guerra por la Independencia. Algunos “estados-naciones”, como Bolivia,
por ejemplo, fueron el producto de la voluntad de un líder (en este caso, del
propio Libertador Simón Bolívar) o del fraccionamiento provocado por los
localismos (Sarmiento decía que en Centroamérica hicimos una República de cada
aldea).
Pero mientras en Europa el Estado se acopló a la
Nación, en América Latina el Estado se creó antes que la Nación estuviera
plenamente forjada. Y esto no sólo es válido en relación con nuestros
“estados-naciones”, sino también en relación con la llamada “nacionalidad
latinoamericana”, que en todo caso es un concepto en proceso de formación (…).
Hola
ResponderBorrarHola 😂😎😎😎😎😎😎
ResponderBorrarChau
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